El fin del mundo...?

Ayer me fui a dormir nerviosa... Y bueno, llevo toda la mañana al acecho. ¿¡Al acecho de QUE!? Al acecho de que pase algo, un algo pequeñito aunque sea, pero algo.

Cada portazo, cada crujido, cada gritito de algun niño desde el jardín, cada rayo de sol más potente de lo normal me provoca un intento de levantamiento de ceja, digo intento, porque aunque me encantaría... pues no sé levantarla... la ceja digo.

¡El fin del mundo se acerca! Decían... ¡El mundo se acaba! Gritaban... Pues yo, a 21 de Diciembre de 2012 puedo decir que de momento he sobrevivido  al fin de los días, a esa predicción de los Mayas, ¡¡que no veas la que han liado los cabrones!! Si algo he sacado en claro es que no me pienso volver a fiar de ellos, ¿eh? Aunque bueno, no debería cantar victoria aun, ya que son sólo las 12 y quedan 12 horas más de día, pero joder, yo me voy a ir de comida y después de viaje.. ¡¡Y ya veremos lo que pasa!! Pero vamos, que como acabo de decir, yo ya no me fío mucho porque además el otro día me enseñaban eso dónde dice que es imposible porque los días bisiestos los añadió Constantino o no se qué.. ¡¡Pues Consta va detrás de los Mayas!! ¡¡¡¡Y en Australia es día 22!!!! Alegraos... Hemos sobrevivido al fin del mundo.

La verdad es que yo tenía puestas mis esperanzas en el 2012 y no ha salido como me hubiera gustado, luego le dí un voto de confianza a los malditos Mayas... también me fallaron... Así que aquí, hoy, ahora y con todos vosotros de testigos, digo, grito, proclamo que ¡2013 será mi año! Que si me tengo que comer las 12 uvas sin hacer trampas (y sin atragantarme)... ¡me las como!

Pero por favor, un poco menos de cachondeito, ¿no? Que ya bastante he pasado y es hora de que me vengan las cosas buenas.. ¡¡HE DICHO!!

Wiwichu a merry crismas!!

Se acercan las navidades.. "oooohhh blanca navidaaaaad..." y eso implica.. FAMILIA.

No me malinterpretéis, adoro a mi familia, ¿eh? De los pies a la cabeza, ¡vaya! Pero es que dos de mis primos se han prometido, y claro, ya me veo el percal...

Abuela: ¡¡Ooooye!! ¿Y es qué tú todavía no tienes novio?
Yo: No abuela, nadie me quiere.
Abuela: Anda, anda, anda, ¡cómo no te van a querer! ¡Con lo guapa que eres! ¡¡Estarán ciegos esos guiris!!
Yo: Pues será eso abuela, yo que sé, pero va a ser que ni los guiris ni los no guiris...
Abuela: Eso es que te tienen miedo, bonica!
Yo: Miedo a mi cara, abuela...!!
Abuela: Nada, nada, están tontos...

O ese momento en el que la conversación pasa a ser algo en plan:

- ¡¡Ay!! Que ya eres la única soltera, quitando a tu sobrina que ella no cuenta, ¡claro! - Que por cierto,  tampoco es soltera, que un día me dijo que tenia tres novios pero no pienso contárselo a nadie para no ser la única...
- Si bueno, que le vamos a hacer!
- Ya te vemos viniendo los domingos a hacer la visita con la pamela, las perlas y los pasteles!!
- ¡Qué bien! Muchos pasteles, con un traje de chaqueta amarillo muy poco bonito... - Obviamente yo contestaré muy sonriente pero con tono sarcástico mientras me atiborro a jamón serrano, lomo "embuchao", bombones y turrón La Casa... Si es que ya lo veo!!

Ay Dio mío!! Que ganitas tengo de estar allí!! Sólo 10 días y me iré -pero sólo de vacaciones- de éste país frío, de gente bebedora de pintas, mejillas sonrosadas y cafés aguados (que por cierto, a mí me gustan)!!

En fin, por si no doy señales, que nunca se sabe.. Feliz Navidad.. Jo Jo Jo!!

Ya no hay caballeros

- ¿Escribirás sobre mi?
- Sólo escribo sobre los que me joden, por decirlo de algún modo.
- Pero... ¿Escribirás sobre mi?
- Espero que no, aunque te veo con ganas...
- Sólo pregunto.
- Insistes, más bien...
- Porque me haría ilusión
- Tienes que portarte mal para eso. Tienes que ser un cabrón y merecerlo.

Debí suponer que eso era una muy mala señal. Pero claro, mi mayor defecto (y virtud) es que confío en la gente. Creo en la gente. Confío tanto que claro, siempre me las acaban dando con queso... una y otra vez.

No voy a contar su historia. Todavía no. No se la merece. ¿Algo tan buscado? No tío, no.

Sólo diré que empezó con la mejor frase que me han dicho nunca como medio de acercamiento, pero que acabó con un profundo silencio. Un silencio algo cobarde, diría yo. Pero que le vamos a hacer, ya no hay caballeros valientes como los de antes.